Alivio del dolor: El calor ayuda a relajar los músculos y articulaciones, reduciendo el dolor y la inflamación.

Mejora de la circulación: Las piedras calientes dilatan los vasos sanguíneos, lo que mejora el flujo de sangre y ayuda a transportar oxígeno y nutrientes de manera más eficiente. 

Mayor flexibilidad: Al relajar los músculos tensos, se aumenta la flexibilidad y el rango de movimiento de las articulaciones. 

Eliminación de toxinas: El masaje puede estimular el sistema linfático, lo que ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y fortalece el sistema inmunológico. 

Reducción del estrés y la ansiedad: Es un método eficaz para aliviar el estrés y la ansiedad, promoviendo una sensación de calma y bienestar. 

Mejora del sueño: Muchas personas experimentan un sueño más reparador y profundo después de este tipo de masaje. 

Equilibrio energético y mayor bienestar.